La compañía hotelera Marriott anunció hoy que ha detectado «un acceso no autorizado» a su base de datos de clientes, que contiene información sobre cerca de 500 millones de personas.
«El 19 de noviembre, una investigación determinó que se produjo un acceso no autorizado a nuestra base de datos, que contiene información relacionada con las reservas en las propiedades de Starwood en o antes del 10 de septiembre de 2018», reconoció la empresa en un comunicado.
Esa filial de la compañía gestiona las marcas hoteleras: W Hotels, St. Regis, Sheraton Hotels & Resorts, Westin Hotels & Resorts, Element Hotels, Aloft Hotels, The Luxury Collection, Tribute Portfolio, Le Méridien Hotels & Resorts, Four Points by Sheraton y Design Hotels.
La investigación, que aún no ha terminado, apunta que el robo podría afectar a hasta 327 millones de sus clientes.
Entre la información expuesta se encontrarían números de pasaporte y de cuentas bancarias, fechas y lugares de nacimiento de los clientes y sus datos de contacto, entre otros.
De acuerdo con el comunicado, Marriott ha comenzado ya a tomar medidas para hacer frente al problema, como establecer un centro de atención al cliente -telefónico y por internet-, la notificación por correo electrónico a los afectados y la posibilidad de contratar de manera gratuita un servicio de seguridad en la red durante un año.
«Lamentamos profundamente que este incidente haya tenido lugar. Le hemos fallado a nuestros clientes y a nosotros mismos. Estamos haciendo todo lo que podemos para apoyar a nuestros clientes y aprovechando las lecciones aprendidas para seguir adelante», señaló el presidente y director ejecutivo de Marriott, Arne Sorenson, en la nota.
La fiscal general del estado de Nueva York, Barbara Underwood, anunció en las redes sociales que su oficina ha abierto una investigación ya que «los neoyorquinos merecen saber si su información personal está protegida».
Desde Autocontrol (Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial) también defienden esta «ventaja» inherente a la publicidad digital ya que ofrece la «posibilidad de segmentar mejor al usuario». «Este recibe mensajes que se adaptan mejor a sus intereses y las empresas se aseguran una mayor eficacia de la publicidad. Esta segmentación es en parte posible gracias a la utilización de cookies y dispositivos similares que se utilizan en las páginas web, cuyo uso está sometido a reglas sobre cómo informar sobre ellas, y sobre cómo recabar el consentimiento del usuario para instalarlas», argumentan fuentes de Autocontrol.