Bruselas urge a las redes sociales a que sean más activas en la búsqueda y eliminación de contenido sobre terrorismo o incitación al odio.
Bruselas ha redoblado sus esfuerzos para atajar el problema de los contenidos sobre terrorismo e incitación al odio en las redes sociales, todo ello en medio de las crecientes presiones impuestas por parte de los líderes europeos de Alemania, Francia y Reino Unido tras la serie de atentados terroristas ocurridos en el último año.La Comisión Europea ha animado a las plataformas a que sean más activas y cooperativas en la búsqueda y eliminación de contenidos ilegales, como pornografía infantil, mensajes de incitación al odio o al terrorismo.
Esta cooperación se realizaría entre dichas plataformas y las autoridades nacionales designando contactos que puedan ser avisados con poca antelación de la publicación de estos contenidos. La Comisión también ha instado a las compañías tecnológicas de EEUU a colaborar estrechamente con ojeadores, es decir, profesionales entrenados para detectar rápidamente contenidos ilegales en páginas de Internet. Además, la Comisión recomienda a estas compañías que inviertan en tecnologías de detección automática.
Sin embargo, Bruselas es reacia a tomar medidas que implicasen amenazar con multas o demandas, ya que prefiere escoger un término medio y ofrecer incentivos por buen comportamiento. Por ejemplo, Bruselas no era partidaria de imponer un periodo de tiempo específico para retirar el contenido ilegal. Esto iba en contra de los deseos de Alemania donde, según la nueva ley que entrará en vigor el mes que viene, las firmas tecnológicas de EEUU tendrán que pagar una multa de 50 millones de euros por no eliminar contenidos ilegales en 24 horas.
“Estamos dando una respuesta europea al reto de los contenidos ilegales en la red. Estamos allanando el camino a las plataformas para que cumplan con su deber en estrecha colaboración con las autoridades judiciales y la sociedad civil”, afirma Andrus Ansip, vicepresidente de Mercado Único Digital, y añade “nuestras directrices incluyen protección para evitar que se eliminen más contenidos de lo necesario, asegurar la transparencia y proteger derechos fundamentales como la libertad de expresión”.
En mayo, algunas redes sociales de EEUU firmaron un “código de conducta” con Bruselas por el que se comprometían a “revisar la mayoría” de los mensajes señalados como incitación al odio en 24 horas. Así, este contenido podría ser eliminado e, incluso, se elaborarían “argumentos en contra” con los que abordar el problema.
Sin embargo, ni la Comisión, ni los líderes nacionales están contentos con los esfuerzos llevados a cabo por el sector hasta la fecha. La semana pasada, Theresa May, la primera ministra de Reino Unido, hizo un llamamiento a las compañías de Internet para que fuesen más “ágiles y contundentes”. A principios de este mes, Twitter anunció que había cerrado 300.000 cuentas relacionadas con el terrorismo en la primera mitad de 2017. YouTube y Facebook están aumentando el uso de la inteligencia artificial para mejorar la detección de material extremista y disminuir su volumen.