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El dilema de las empresas que deciden monitorizar a sus empleados


    Los expertos legales piden al Gobierno que adecúe la norma de protección de datos a la ley laboral .
    Hoy existen 20.000 millones de ‘cosas conectadas’.

    Imagine que cuando llega a la oficina aparca su coche en una plaza con sensores que reciben la actividad de su vehículo; de camino a su puesto de trabajo puede pedir desde su smartwatch su café favorito, directamente en los pedidos de la cafetería de su trabajo para que esté listo a su llegada; cuando entra en la oficina un lector de iris le abre la puerta, y cuando llega a su puesto de trabajo la temperatura de su mesa se ajusta en función a su temperatura corporal.

    Todo esto ya es posible con los dispositivos móviles conectados a la red, conocidos como el internet de las cosas (IoT, en sus siglas en inglés). Si la empresa monito- riza todas estas acciones, algo para lo que ya hay distintos dispositivos en el mercado, antes de empezar su jornada laboral, su empleador ya conocería, entre otras cosas, cuál ha sido la actividad de su vehículo en las últimas horas, o si ha tomado drogas, según la información que le transmite la lectura de su iris.

    Y solo sería el principio, porque la introducción de este tipo de conectividad de trabajador podría producirse a lo largo de toda la jornada laboral. Con la información que consiguiera la empresa a través de diferentes dispositivos móviles o incluso sensores que se incorporan en el cuerpo, podría medir mucho más certeramente el rendimiento de sus empleados, podría diseñar las políticas de prevención de riesgos o, simplemente, optimizar la gestión de sus recursos humanos.

    El Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos ha presentado recientemente un informe sobre el impacto del internet de las cosas, que en opinión de sus responsables, “ está llamado a revolucionar el contexto de empresa tradicional, conocida hasta ahora”, dijo el director de este instituto, Guillermo Tena.

    Este estudio forma parte del proyecto Technos, en el que los abogados de Cuatre – casas estudian con empresas como Acciona, Adecco, Airbus, ArcelorMittal, Cepsa, Endesa, Mercadona, Nestlé, Sacyr o Telefónica, entre otras, cómo aborda el mundo empresarial el cambio tecnológico. En este escenario, lo primero que se puede pre – guntar una compañía es si puede introducir todo estos dispositivos móviles, de monitorización y obtención de datos, a los trabajadores de su plantilla. La respuesta legal es que sí, que existe unilateralidad a la hora de decidir implantar dichas tecnologías, según explicó el presidente del Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal y experto la- boralista, Salvador del Rey.

    Otra cosa es que estos expertos aconsejan que dicha implantación del IoT en la empresa sea “dialogada” con la plantilla y se haga de forma “gradual y constante”. Y, sobre todo, “se explique a los trabajadoreslos beneficios que esta obtención de datos que puede reportar en la gestión empresarial y, por tanto, en la buena marcha de la compañía”, sugirió Del Rey.

    De esta forma, las empresas deberían intentar frenar que se genere una cultura “antitecnológica” de los trabajadores. No obstante, si pese a todo se produjera esta resistencia de algunos empleados, podría darse el caso de “discriminación” por desarrollo tecnológico de unos trabajadores más que otros. En este sentido, los autores de este estudio se han hecho la pregunta retórica de ¿hasta qué punto puede tener distintas condiciones laborales los trabajadores “sensorizados” o “aumentados” -que es como denominan estos expertos a los empleados que son moni- torizados por estos dispositivos- y los que se resisten a ello? La legislación laboral española no lo recoge. Por ello, desde Cuatrecasas se reclama al legislador que adapte la nueva normativa de protección de datos que se está elaborando el Gobierno -adaptada al reglamento europeo sobre el tema- a la legislación laboral. Se trataría con ello de evitar las actuales lagunas legales que existen. Además, Del Rey, alertó a las empresas de otra cuestión en este proceso: cuidado con las sanciones por la vulneración de protección de datos, porque son muy superiores a las de la normativa laboral.

    Datos del IoT
    Las cifras. Los expertos más conservadores aseguran que este año habrá 10.000 millones de cosas conectadas a internet; un 30% más que en 2016. En 2020 se espera que estos dispositivos conectados alcancen los 25.000 millones. El sector mueve al año unos 800.000 millones de dólares.

    Trabajador “transparente” y “aumentado”.
    Es como los expertos denominan a los empleados que usan dispositivos electrónicos móviles o sensores que, a través de internet, le conectan con el entorno laboral”.

    Consejo.
    La obtención masiva de datos de los trabajadores puede parecer muy atractivo para la gestión empresarial, pero desde el Instituto Cuatrecasas, advierten de su “complejidad” y recomiendan a las compañías que valoren bien su implantación.