La criptomoneda acumula una caída del 54% desde su máximo histórico del pasado diciembre
El bitcoin no levanta cabeza. Ayer, se dejó otro 4,4%, caída que le llevó a perder la cota de los 9.000 dólares al situarse en 8.690 dólares. Sin embargo, en el peor momento del día llegó a desplomarse el 16,28% y a tocar 7.614 dólares. La criptomoneda cierra la semana con un descenso del 20% que se traduce en una pérdida del 53% desde su máximo histórico del 18 de diciembre en 18.674 dólares.
El detonante del desplome de ayer residió en la inspección llevada a cabo por la Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA) en las oficinas de la plataforma de negociación Coincheck, después de denunciarse el robo de unos 427 millones de euros en criptomonedas sufrido por esta casa de cambio la semana pasada, según confirmó el ministro de Finanzas nipón, Taro Aso.
La FSA pretende, con los registros, comprobar si la empresa tiene fondos suficientes para compensar a sus clientes por las pérdidas sufridas en el ciberataque, según recoge la televisión estatal NHK. Asimismo, quiere esclarecer si Coincheck tenía separados los activos de sus clientes y los suyos propios, y si cuenta con la liquidez necesaria para reembolsar a sus clientes los más de 58.000 millones de yenes ( unos 424 millones de euros) desaparecidos en el hackeo de hace una semana.
Los responsables del organismo financiero japonés verificarán si la empresa está procediendo a corregir las brechas de seguridad que permitieron el ciberataque y si ha ofrecido suficiente información a los 260.000 clientes damnificados por el considerado el mayor ciberataque de un mercado de criptomonedas hasta la fecha.
El operador nipón ha prometido que reembolsará las pérdidas a los afectados, que ascenderían a unos 378 millones de euros, mediante el pago en efectivo a través del monedero de Coincheck. Sin embargo, la plataforma de negociación no ha precisado cuándo lo hará ni si dispone de activos suficientes.
Por otra parte, la CNMV española estudia regular la inversión en criptodivisas. “Es un asunto que nos preocupa mucho”, afirmó el presidente del organismo, Sebastián al- bella, esta semana.