La estafa millonaria fue descubierta por un equipo de detectives tras una ardua investigación que duró un año
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a cuatro años de prisión por un delito continuado de estafa a un hombre que se amputó la mano y fingió haber sufrido un accidente de tráfico. Antes del siniestro, el condenado contrató o amplió la cobertura de 12 pólizas con hasta ocho compañías de seguros y luego pleiteó contra ellas para percibir indemnizaciones por un valor total de 1,9 millones de euros.
El estafador trabajaba de forma esporádica en labores agrícolas y tenía graves problemas económicos para hacer frente al pago de una hipoteca. La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Carlos Domínguez, considera probado que el acusado, Miguel B. P., de 42 años y vecino de Nules, «para poder cobrar las coberturas pactadas, procedió en la madrugada del día 10 de diciembre de 2007, bien solo o con la ayuda de terceros, a amputarse con un instrumento cortante su mano derecha». Posteriormente, después de controlar la hemorragia con un torniquete, circuló con el vehículo de su propiedad (un Renault 19) por la carretera conocida como el Camino Viejo de Nules a Moncofa, y al llegar a las inmediaciones del punto kilométrico 955,200, cuando eran aproximadamente las 7,50 horas y aún no había salido el sol, dejó caer el coche por un terraplén hasta que quedó detenido en un huerto de naranjos.
Un detective privado de la agencia Winterman, que interpuso ante la Guardia Civil la denuncia en nombre de siete compañías tras un año de investigaciones, declaró como testigo en el juicio y explicó cómo el acusado, antes del supuesto accidente, contrató o amplió la cobertura de 12 pólizas de seguros de accidente a pesar de que no tenía actividad laboral. Además, el individuo ocultó el número de pólizas en los formularios que rellenó.
Según el relato de hechos probados, el hombre colocó la mano que se había cortado junto al asiento del conductor y, de seguido, y prendió fuego al coche con una bolsa de gasolina que portaba a tal efecto. Después, el acusado llamó al 112 y se recostó en el terraplén en espera de la ayuda solicitada. Cuando llegó un agente de la Policía Local de Nules que, junto a otros policías de Moncofa, se personaron en el lugar antes que los bomberos y la Guardia Civil, la víctima estaba fumando un cigarro con aparente tranquilidad.
El individuo declaró en el juicio que un animal invadió la calzada, mientras conducía su vehículo, por lo que dio un volantazo y cayó al terraplén, donde había una barra metálica que se le introdujo en el coche por la luna delantera y le seccionó la mano. Según las investigaciones del equipo de detectives de la agencia Winterman, que han sido ratificadas por la sentencia, el hombre se cortó la mano y simuló el accidente, bien solo o en compañía de otra persona. Así, el condenado portaba en el vehículo la barra de hierro que la Guardia Civil encontró en el terraplén.
La Audiencia le condena también a pagar una multa de 3.000 euros y a devolver a las compañías aseguradoras, a las que consiguió engañar, los 335.000 euros que percibió como indemnización por el falso accidente.