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Desmitificando inteligencia

    En el ámbito empresarial, es común que surjan nuevos conceptos o que estos sean reformulados con el propósito de abarcar y dar soporte a diversas áreas y facetas de la empresa. En los últimos años, uno de los conceptos que ha ganado popularidad en este contexto es la Inteligencia.

    Y os preguntaréis… ¿Inteligencia? ¿En mi empresa?

    La percepción general de este concepto, históricamente vinculado con los servicios secretos y agencias gubernamentales, suele provocar rechazo o desinterés en las empresas, principalmente debido a una falta de comprensión sobre su verdadero significado o alcance.

    Es importante comprender que el fundamento de la Inteligencia no se basa en el espionaje o el secretismo, es mucho más sencillo. En realidad, es el conocimiento necesario que permite tomar las decisiones más acertadas.

    La incertidumbre contribuye a que toda acción y/o decisión, sin importar su magnitud, conlleve un riesgo. Especialmente en el entorno empresarial resulta fundamental comprender que las decisiones de las que depende el éxito de un negocio no deben basarse únicamente en la experiencia y/o la intuición, sino en datos e información contrastada; es decir en Inteligencia.

    Esto es a lo que se resume este concepto. Entender la Inteligencia como un instrumento, como una brújula para las empresas, a través de la cual disponer de información, del conocimiento, de Inteligencia, que garantice que las decisiones se tomen con los menores riesgos y las máximas garantías de éxito, protegiendo la integridad, intereses y la posición de la empresa.


    Marina Galdó
    División de Inteligencia Estratégica